«Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso ...»

La actitud típica del cristiano que quiere seguir a Jesús debe ser el mandamiento del Amor, entendido obviamente como φιλία que es "ama a tu prójimo como a ti mismo", y no como ερως, que es el amor sensual y físico, que también es natural en el ser humano pero tiene otros propósitos, y es menos difícil de lograr.
Seguir el mandamiento del amor con 'A' mayúscula puede parecer en cambio demasiado exigente, muy difícil de lograr en este mundo donde el egoísmo y el hedonismo parecen dominar.
El proverbio pesimista Lupus est homo homini, non homo (el hombre para otro hombre es un lobo, no un hombre), derivado de la Asinaria de Plauto (II, 4, 88) que alude al egoísmo humano, fue adoptado por el filósofo T. Hobbes para designar el estado de naturaleza en que los hombres, dominados por el egoísmo, luchan entre sí para sobrevivir.

Jesús salva. «Tu fe te ha salvado»

Para un cristiano, en cambio, no se trata de enfrentarse al prójimo para prevalecer sobre él, o para recibir otra cosa a cambio, aunque Jesús dice aquí «porque con la medida con que midáis, será que se te medirá a cambio».
El cristiano tiene el deber de ejercer la virtud de la prudencia y no descuidar la defensa de su familia que es su prójimo más cercano y también de sí mismo. Pero también tiene el deber de relacionarse con los demás con justicia y con rectitud de conciencia.
Jesús sugiere comportarse con el prójimo, mirarlo en la medida de lo posible, como si el otro o los otros fuéramos nosotros mismos; es decir, por Amor y no sólo para recibir algo a cambio.
Esta es sustancialmente una de las novedades que Jesucristo trajo al mundo.
Para una persona normal que quiere seguir a Jesús le basta con vivir la vida ordinaria 'heroicamente', es decir como quien carga con serenidad alguna cruz inevitable todos los días o se encuentra con problemas y dificultades que hay que afrontar y superar.
El cristiano vive esforzándose por cumplir todos los días sus deberes con Dios, con su familia y con los demás, de la mejor manera posible. Esto ya es suficiente, también porque los actos de heroísmo o las cosas extraordinarias por lo general no le suceden a todos. La santidad personal también se puede lograr en la vida cotidiana.

Sin embargo, también puede ser el caso de una condición antinatural y patológica, donde una persona se odia a sí misma. Puede pasar, por ejemplo, como en aquel caso espantoso en el que una joven holandesa sin horizontes espirituales, psicológicamente aburrida o decepcionada de su vida, pidió y obtuvo estúpidamente la eutanasia.
En este pasaje del Evangelio, Jesús indica claramente cuál debe ser la actitud en el trato con los demás, para dar sentido no sólo a la propia vida, sino también a la de ellos.
Si esa pobre niña hubiera tenido fe y se hubiera esforzado por tener una actitud positiva hacia los demás, Dios le habría concedido una visión diferente de sí misma y de su mundo.
La pobre niña habría entendido que no existes sólo para ti, y no tienes que percibirte como la mónada de Leibniz, pero puedes sentirte realizada y más feliz cuando te esfuerzas por mejorar la vida de los demás.

El cristiano vive esforzándose por cumplir todos los días sus deberes con Dios, con su familia y con los demás, de la mejor manera posible. Esto ya es suficiente, también porque los actos de heroísmo o las cosas extraordinarias por lo general no le suceden a todos. La santidad personal también se puede lograr en la vida cotidiana.

NOTA HISTÓRICA

La Asinaria (literalmente, La comedia de los burros) es una comedia de Titus Maccius Plautus, que se puede situar en el 206 o 211 AC. El tema de la Asinaria, la trama y los personajes coinciden con los elementos propios de la nueva comedia. Hay, de hecho, un joven enamorado de una chica. A su amor se opone un antagonista y gracias a la ayuda de dos astutos sirvientes el protagonista podrá hacerse con su amada y completar sus intenciones amorosas. Para aquellos que tienen algún interés cultural, esta divertida comedia pone de relieve la actitud pagana hedonista egoísta y sin escrúpulos por la que el fin justifica los medios. Dicho sea de paso, en el pasado este mismo escritor fue testigo de comedias plautinas representadas en el antiguo teatro romano de Ostia Antica en Roma, aprendió algo nuevo y se divirtió mucho..

La Mónada. ¿Qué es para el filósofo Leibniz?
 Gottfried von Leibniz
Según Leibniz, las mónadas son sustancias similares a puntos, si por "sustancia" entendemos un "centro de fuerza". No pueden tener un principio o un final en el tiempo excepto a través de la creación o la aniquilación. Tienen actividad interna, pero no pueden ser influenciados físicamente por elementos externos. En este sentido son aislados e independientes.

Gottfried Wilhelm von Leibniz (Leipzig, 1 de julio de 1646 - Hannover, 14 de noviembre de 1716) fue un matemático, filósofo, lógico, teólogo, lingüista, glototésico, diplomático, jurista, historiador y magistrado alemán.