«Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.»
El antiguo derecho penal judío de "ojo por ojo y diente por diente", muy duro y despiadado, castigaba incluso el asesinato de un miembro de una familia con la muerte de un miembro de la otra a quien pertenecía el asesino, incluso si en realidad Parece que era posible sustituir la pena por la compensación económica que el culpable debía proporcionar a la víctima.
Jesús se dirige aquí a sus discípulos, judíos educados en la observancia de una ley férrea y muy compleja, llena de prescripciones y preceptos de conducta minuciosos; en la antigüedad, entre los judíos, no había necesidad de examinar un delito para establecer si había sido intencional o no, si la acción era justificable o si existían circunstancias atenuantes. Sólo quedaba el hecho de lo sucedido y su restitución, reembolsando al culpable con la misma moneda.
Jesús cambia este punto de vista, y en este sentido podemos decir que establece una nueva ley, que rechaza la violencia como fin en sí misma, e introduce la ley del amor y la consideración de los derechos de los demás.
« ..si quelqu’un te gifle sur la joue
droite, tends-lui encore l’autre ... »
Jesús habla a los discípulos y, conociéndolos bien, se sirve de hipérboles y parábolas, para que comprendan plenamente y sin ambigüedades lo que El les quiere decir.
El amor en la vida comunitaria
En primer lugar, refiriéndose a una comunidad como la de los discípulos o de los primeros cristianos -las descritas en los hechos de los apóstoles-, una comunión de personas tan estrecha (Jesús ya no está físicamente presente allí, y no se le puede ver en persona) a la larga puede causar algunos sentimientos negativos y despertar aversión entre algunos miembros.
Prácticamente en estos casos, el escudo contra la violencia, los rencores o incluso las malas acciones que unos pueden hacer a otros es actuar con el corazón, es decir, mostrar amor al hermano, perdonar y renunciar a si mismo en favor de los demás. Este es un tema constante e insistido a lo largo de los Evangelios.
«les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.»
Con la aceptación del mal recibido, y la renuncia de si mismo por amor al otro, es el corazón el que al final vence.
En la vida dentro de su familia
Incluso en una familia natural, donde existen lazos de amor, afectivos y de sangre, que por tanto deberian ser más profundos y sólidos, pueden a veces presentarse situaciones negativas, sobre todo cuando se trata de asuntos de interés y no sólo de eso.
Incluso en las familias, por lo tanto, deben considerarse situaciones similares a las de comunidades más grandes.
De hecho, ciertas situaciones extremas de uno o más de los miembros de una familia, como la locura o el consumo de drogas, pueden incluso ser tratadas con menos facilidad que en una comunidad más grande.
En la sociedad actual pululan las verdaderas asociaciones benéficas, pero también no siempre tan benéficas, que realizan principalmente una labor a veces muy meritoria, a veces indispensable para el conjunto de la sociedad. Pero, lamentablemente, el hedonismo, el ateísmo práctico y el materialismo generalizados juegan su acción negativa en todas partes al tratar de destruir la familia natural, que en cambio es el fundamento y el motor de una sociedad civil saludable.
En las relaciones con el prójimo en la vida civil
Como en otros pasajes del Evangelio leo que la autodefensa de los bienes y de la familia contra las amenazas externas se describe como algo normal, creo saber lo que Jesús me quiere decir en este pasaje.
Por supuesto que no creo Él realmente quiera decirme que - incluso si puedo ofrecer una resistencia válida- debo resignarme y prestarme pasivamente al abuso de cualquier persona violenta que me encuentre en la calle, así como no lo es lógico que una sociedad no se organice para defenderse de enemigos externos e internos.
En conclusión
CREO QUE JESÚS ME PIDE APLICAR EL SENTIDO COMÚN AL ENTENTAR DE TRATAR A MI PRÓJIMO COMO ME GUSTARÍA SER TRATADO A MÍ MISMO EN SITUACIÓN SIMILAR.
NO ES FÁCIL, SOBRE TODO CUANDO ESTÁ CLARO QUE A QUIEN ESTÁ FRENTE A TI LE INTERESA LA MENTIRA, ES DE MALA FE O ES UN IGNORANTE O SIMPLEMENTE UN ESTÓLIDO, CONSTITUCIONALMENTE INCAPAZ DE ACEPTAR A LOS DEMÁS Y SUS IDEAS, O SE TIRA A ENGAÑAR.
Con gente así parece inútil hablar, pero la caridad dictaría no rendirse y perseverar en buscar la santitad en la vida ordinaria.
DONDE EN CASOS CRÍTICOS LA CIRCUNSTANCIA EN QUE NO PROCEDE LA LEGÍTIMA DEFENSA, SE DEBE TENER PACIENCIA PARA RESISTIR, NO AGRESIONAR Y NO INSULTAR AL PRÓJIMO, O AÚN PEOR, AUNQUE LO MEREZCA
Es importante evitar devolver cualquier bofetada, ya sea física o incluso y sobre todo de carácter moral, es decir, el caso que se da con mayor frecuencia, tratando de corresponder con amabilidad y humor, y renunciando a su orgullo.
Yo que aquí escribo, muchas veces no he podido, y pido siempre a Jesús que me dé el coraje y el intelecto cuando sea necesario para tal acto de amor.
CUANDO PIENSO EN ALGO BUENO QUE ME GUSTARÍA LOGRAR, QUE ES IMPOSIBLE O DIFÍCIL, LA ORACIÓN ES EL ARMA MÁS EFICAZ A UTILIZAR, AUN CUANDO PIENSO QUE NO SEA UTIL, O AUN CUANDO CREO DE NO TENER NADA POR LO QUE ORAR.
OREMOS SIEMPRE, CONSTANTEMENTE, SIN NUNCA CANSARNOS....
FIN DEL COMENTARIO
NOTA HISTÓRICA DEL PERÍODO:
- Como se desprende del Evangelio y de la lectura de los Hechos de los Apóstoles y de las cartas de San Pablo (ciudadano romano), mientras esté en vigor la llamada ley del talión, o sea, la costumbre de apedrear a los pecadores, blasfemos , y adúlteros, a los judíos no se les permite dar muerte a nadie sin que primero el pecador sea juzgado por el procurador romano, si está presente en la sede del pretor.
San Pablo, acusado de blasfemia por el Sanedrín ante un procurador, como ciudadano romano pide y consigue ser juzgado por el emperador, y luego es enviado a Roma para ser puesto bajo arresto domiciliario en una casa que tiene alquilada.
- Además de la fe, Jesús alaba la disciplina militar del centurión. Y ni siquiera habla en contra de los romanos, aquellos a quienes muchos judíos -pero no los que lo encomendaron a Jesús- consideraban opresores y explotadores.
- Los judíos ya estaban en contacto con Roma desde hacía mucho tiempo, tenían su sinagoga en la ciudad ya en el siglo II a.C., pues en Roma la libertad de comercio, residencia y religión era absoluta, siempre que las prerrogativas de los civiles el poder no fue dañado.
- Los romanos de Cneo Pompeyo habían sido llamados por los mismos judíos antes de la época de Herodes el Grande para ser liberados de sus reyes que los oprimían y masacraban.
Además, el mismo Herodes el Grande había sido criado y educado en Roma y preparado para reinar en Palestina en nombre de Roma.
- A cambio de la ayuda que un ejército de judíos que había partido precisamente de Jerusalén había prestado a Julio César, liberándolo del asedio de los egipcios en Alejandría, los judíos habían obtenido de él el privilegio de no ver las insignias de las Legiones lebvantarse en Jerusalén, con imágenes de su comandante supremo, a quienes tenían por idólatras.
- En la época de Jesús, sin embargo, se estaba levantando la intolerancia contra los Romanos. Los judíos habían olvidado sus problemas pasados. Pero yo creo que básicamente los sentimientos de odio e ingratitud se debían a que los romanos exigían los impuestos, los cuales recaudaban a través de sus agencias de ingresos, por ejemplo San Mateo era un judío que recaudaba impuestos en nombre de Roma.
Obviamente, el hecho era particularmente odioso para un contribuyente judío de la época, incluso si los romanos defendían Palestina contra los invasores, realizaban obras públicas y garantizaban la libertad de movimiento y comercio en todo su mundo.
No temais ! la ,isericordia de Jesús
es INFINITA
Evangelio según San Mateo 5,38-42.
Jesús, dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.
Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto;
y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
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