La Crónica es palabra del latino 'Chronica' pl. neutro (en el latino medioeval. se hizo fem. sing.), y desde el griego χρονικά (βιβλία) anales, crónicas, neutro plural de χρονικός' (hora) es el ordenado cronológico de la narración de los hechos (sin ningún intento de interpretación o crítica acerca de los eventos).
Tal es la forma primitiva de la narrativa histórica y, por tanto, es el comienzo de la historia de todos los pueblos. La crónica consigue especial importancia en la Edad Media.
Con referencia a la moderna y contemporánea, el término se utiliza a veces con valor reductivo:
- exposición de simples hechos, no iluminada por el conocimiento de un problema histórico, a diferencia de la historia.
- Rúbrica de los periódicos, en la que uno se refiere a los acontecimientos de la vida cotidiana de una ciudad o ambientes especiales: crónica de la ciudad, la c. política, c. Parlamentaria; c. literaria, artística, judicial, teatro, deportes, moda, etc..; historia de una noticia; página de la crónica; crónica negra, que cubre los crímenes, robos, escándalos; crónica blanca, pequeña noticias información local; crónica rosa, que es el relativo a los personajes del mundo del entretenimiento, o más en general, a la vida privada de los personajes públicos (en el pasado, mundano o crónicas galantes); hechos, noticias, etc, etc ...
Los registros de crónica deben tener un cierto desapego por las emociones y los intereses y ser lo más objetivos posible. En cambio, en referencia a la degeneración moral real, la crónica es con frecuencia algo que transmite la información errónea y los rumores sucios, pone en vergüenza y descrédito, y a menudo difama, pero hoy en día más y más a menudo persigue el objeto de sus atenciones.
Con pretexto de la libertad de prensa y del derecho de informar, ciertos grupos de poder utilizan la prensa y los medios para dañar y tomar ventajas sobre sus oponentes políticos o económicos.
En Italia, el faccionalismo siempre ha sido connotado común desde la antigüedad, pero nunca en el pasado se despreciaban tanto la decencia y el sentido común como en las últimas décadas.
Sea o no que uno no quiere, si la verdad no se conoce, todo lo que hace la política en consecuencia por el bien común o es hipocresía o no es correcto.
Lo que es mal sólo puede conducir a efectos secundarios dañinos y, si se hace por la hipocresía - osea moralmente incorrecto - tarde o temprano deberá causar además mayores efectos negativos.
Creo posible encontrar y describir las razones de los eventos y de los antecedentes históricos, tratando de restablecer la verdad, distorsionada por intereses políticos o religiosos, o incluso distorsionada por los mitos y estereotipos del materialismo, por la subjetividad del relativismo, y por los intereses especiales de grupos económicos poderosos.
Esto se puede lograr mediante la revisión de los acontecimientos actuales, y la publicación de artículos justificados, bien escritos, y cualquier material útil para el propósito específico.
Reconocer las degeneraciones de la posible verdad, no renunciar a la crítica histórica real aplicada a la crónica, en el sentido de análisis racional de las declaraciones de hechos históricos de la materia, para aprender más y llevar hacia la formación de un juicio independiente. Un ejemplo de esto puede ser el análisis de la real invasión de la Europa por la inmigración ilegal, en relación con otros eventos análogos históricos.
Para nuestros propósitos se encuadra la historia europea por conveniencia y a grandes rasgos en cuatro periodos, ya que muchos historiadores darán diferentes subdivisiones.
- Historia Antigua: este es el periodo (que dura unos 4000 años) a partir de la historia pre-clásica, que precede a la aparición de las fuentes griego-romanas, llegando a la clásica (Grecia y Roma), y que termina con la caída de la Imperio romano de Occidente y las invasiones de los bárbaros.
- Historia de la Edad Media, que incluye el período comprendido entre el del 500 al 1500, que termina con la caída del Imperio Bizantino (o Imperio Romano de Oriente). El término "Edad Media" aparece por primera vez en el siglo XV y refleja la opinión de los contemporáneos que este período podría representar una desviación de la cultura clásica, y en contraste con el Renacimiento
- Historia Moderna que incluye un período de tres siglos de 1500 a alrededor de 1800 (la Revolución Francesa Napoleón Bonaparte, el Congreso de Viena).
- Historia contemporánea que se inicia a partir de 1800 y se hace terminar en el siglo XX en manera muy diferente entre los distintos historiadores.
Los eventos históricos pueden ser llamados tales después de que la crónica los ha olvidado, y sólo entonces los acontecimientos puede ser escritos por base documental y ser motivados.
Cuando escribimos aquí, no entendemos ser historiadores profesionales - aunque nos no deberíamos detenernos, me digo a mí mismo, del ser modestos aficionados del sujeto e incluso contadores de historias simples. Sin embargo, el respeto de los historiadores debe ser grande, ya que sin su investigación y su trabajo es casi imposible saber o asumir los hechos del pasado.
SE ACEPTAN DE BUEN GRADO CORRECIONES E ADICIONES
|