«se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre
de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos.»

Hoy se me ocurre algo que añadir al comentario que ya publiqué el 21 de enero de 2019, que se puede recordar HACIENDO CLIC AQUÍ ( la página hay solo en italiano - para volver use el navegador o el menú aquí de la izquierda).

En las bodas de Caná, Jesús transforma el agua en vino excelente

En primer lugar, por el relato del evangelista, me parece claro que la Santísima Virgen fue la invitada a la cena de bodas como persona de mucho respeto, hoy se la llamaría VIP. Fue por esta razón que TAMBIÉN su hijo Jesús con los discípulos fueron invitados a la boda, porque entre otras cosas en ese época una mujer no podía presentarse sola a una fiesta. En segundo lugar, pero no menos importante, es igualmente evidente que la Santísima Virgen siempre tuvo una atención asidua y afectuosa con su prójimo, que en esa ocasión eran en particular los esposos, pero también sus invitados. La Virgen María, alerta y atenta a todo en todo momento, inmediatamente se da cuenta de que no hay vino, y se preocupa de que el novio y su familia no causen una mala impresión y sean objeto de críticas. Luego le pide a su hijo que proporcione. Y Jesús concede todo a su madre.

Estoy convencido, si cabe aún más, de que para agradar a Dios es indispensable ser devotos admiradores de María Santísima, amarla con todo el corazón y sobre todo imitarla en nuestra vida cotidiana.
Y para imitarla también nosotros, dentro de los límites de nuestras posibilidades, debemos dedicar atención a nuestro prójimo, la misma atención que ella tuvo en las bodas de Caná y que todavía tiene para todos los hombres de hoy.
No repito aquí lo que significa 'nuestro prójimo', que ya he descrito extensamente en otras ocasiones, pero reitero que esta atención es imprescindible si queremos santificar la vida ordinaria para seguir a Cristo.

En mi caso rezo asiduamente, también pido a la Santísima Virgen María que me asista en las necesidades y situaciones de la vida diaria, especialmente que no me permita alejarme de Jesús.
Le declaro mi amor y gratitud y le pido también que me conceda que su amistad me fortalezca en la Fe, la Caridad y la Esperanza, y que cuando y como Dios quiera ella venga y me lleve para acompañarme cuando cruce el camino hacia el otra vida.

Entonces, lo que realmente le importa a este mundo es esforzarse por vivir de acuerdo con las enseñanzas de Cristo. Y para esto es necesario, en mi opinión, leer un pasaje del Evangelio todos los días, orar y meditar sobre él.
Pero esto no es suficiente: también es necesario leer, estudiar y documentarse para comprender cómo cada uno de nosotros, en la posición en la que Dios ha querido ponerlo, y según sus propias responsabilidades concretas, pueda contextualizar correctamente la enseñanza evangélica en la realidad y esforzarse por aplicarla en la práctica diaria.

Fin del comentario

NOTA HISTÓRICA

¿Quizás la Sagrada Familia fue modesta, pobre y desamparada?

Además de la tradición heredada de las primeras comunidades cristianas de Jerusalén y Roma, cuyos fieles como se describe en los Hechos de los Apóstoles practicaron voluntariamente el compartir de los bienes y en general el compartir de todo, la Iglesia Católica ha sido muy influenciada por las condiciones políticas de los siglos siguientes.
Parece evidente que en los siglos de pobreza y dramático declive económico que siguieron a la disolución del Imperio Occidental, cuando los estados severos y generalizados de escasez de alimentos y hambruna generalizada se agregaron a las enfermedades y plagas habituales, parecía necesario en la Iglesia mostrar el pauperismo, entendido casi siempre como un sacrificio personal en un intento de imitar a Cristo, el pobre y el humildes por excelencia.
De modo que la lectura y la escritura adquirieron cada vez más el carácter de reserva, privilegio de la Iglesia y de muy pocos "iniciados".
En el resto de la población, incluida la nobleza, el analfabetismo era la regla, y en la Edad Media las relaciones entre los hombres estaban regidas por Dios.
Todavía en la Edad Media también surgieron movimientos de rebelión contra las duras y tristes condiciones de vida de muchos lugares pobres, y en ocasion la predicación también estuvo acompañada de violencia y expropiación contra los más ricos. A veces hubo verdaderos actos de bandidaje perpetrados en nombre del mensaje de pobreza evangélica y ayuda a los pobres.
El más conocido es el movimiento de Frate Dolcino, verdadero precursor de Marx y del distributismo católico.
Evidentemente, los marxistas actuales tienen su inagen de Dolcino según su ideología y no mencionan particularmente los crímenes cometidos por sus bandas de simpatizantes y personas desesperadas.

La familia de Jesús no era de ninguna manera pobre, ni los parientes eran personas comunes.

Personalmente, me molestan un poco ciertos relatos y ciertas representaciones mediáticas, cuando la historia se distorsiona a favor de la ideología de lo políticamente correcto, lo que también resulta útil para los detractores de la fe católica.
Estuvieron, por ejemplo, los que hicieron pasar a San José por un pobre desocupado por la crisis económica (¿pero cuál?), Y la Virgen María una ama de casa que se hizo cargo de la casa tal vez recogiendo eso y ahí, y haciendo los trabajos más humildes, y tal vez también recolectando apenas la comida para cocinar el almuerzo y la cena.
También me molesta cuando - afortunadamente hoy ocurre más raramente - los sacerdotes católicos en sus homilías no explican bien el evangelio, tratan más del César y menos de Dios, y además ignoran la enseñanza del evangelio de Dios y confunden la verdadera historia.

POR LO TANTO, TENGO LA OBLIGACIÓN DE ACLARAR QUE:

• San Joaquín (Joaquim), padre de María, era sacerdote del templo y descendía del rey David.
• St Ana y St Joachim también eran muy ricos, y no solo acomodados.
• La Virgen María, hija de Ana y Joaquín, era (ver por qué) una niña noble educada en el Templo, y lo que era raro para las mujeres judías, sabía leer y escribir y también tenía una buena formación cultural en general.
  Para nosotros los creyentes, la Virgen es también una maravilla de inteligencia, sabiduría y belleza, habiendo sido concebida sin el pecado original que nos aflige a todos.

San José, a quien la vulgata define como carpintero, en realidad vemos que en la traducción latina de los Evangelios se le llama FABER (constructor) y no LIGNARIUS (carpintero).
El carpintero José, mencionado a menudo en los Evangelios, era por lo tanto un constructor y no un modesto trabajador calificado, quizás DESEMPLEADO.
Y luego, ¿no tomamos en cuenta la importancia de los artesanos en ese momento historico?

El error de hoydia

El error de hoy según mi modesta opinión es por tanto interpretar las Escrituras, el discurso de la montaña por ejemplo, según las categorías medievales y no ACTUALIZADAS al presente, es decir, no en su verdadero significado.
Si leemos y meditamos los Evangelios de forma racional relacionándolos con la historia de la época, en mi opinión tendremos la confirmación -aunque fuera necesaria- de que la predicación de Jesús es actual y muy viva.

Jesucristo siempre lo deja claro:

• que su enseñanza está dirigida a la persona, e decir es induividual, a quien en la vida ordinaria y según sus posibilidades debe esforzarse por comprenderla para ponerla en práctica. El heroísmo pertenece a unos pocos, mientras que la santidad de la vida ordinaria puede ser un objetivo para todos.
• que la ética política y la personal, aunque inspiradas en los mismos principios, no pueden aplicarse con la misma práctica. Aclaramos nuestras ideas en particular en el episodio del criado del Centurión, el "dale al César lo que es del César", y en el concepto de la legítima defensa de la propia familia y propiedad que también se incluye en un pasaje del Evangelio.
  

Sólo sin cometer el error de hoy, es decir, tratando de evitar la influencia de las distorsiones marxistas, se podrá aplicar y poner en práctica el Evangelio en armonía con la evolución de la sociedad humana.

Evitemos contribuir a que la frase de Cristo «cuando vuelva, ¿encontraré todavía la fe en la Tierra? » tenga una respuesta negativa, y que la Fe permaneczca y de hecho se AUMENTE.