por Lino Bertuzzi - Agosto de 2014

Si leemos la introducción sabemos que la Meditación Cristiana es esa silenciosa oración personal con la que la persona de Fe llega a comunicarse directamente con Dios.

INTRODUCCIÓN: LA CORONA DEL ROSARIO

Para aquellos que no están acostumbrados a estas prácticas de oración, en primer lugar quiero aclarar lo que es la recitación del Santo Rosario, recordando que no es sólo una meditación en sí, pero aparte del resto también es un medio de meditación.

Aquí vemos una corona de rosario robusta y utilizable: está sustancialmente constituida por cinco series de 10 perlas cada una, separadas por una otra, que se utiliza para controlar el progreso de la oración. Al principio hay la cruz y las perlas que se utilizan para marcar las oraciones iniciales.

Hay varias maneras de rezar el Rosario que varían con quién y dónde estás. De todos modos, la esencia del Rosario son las cinco décadas de 'Ave María', pero antes de cada década se comienza a rezar un 'Padre Nuestro' y se recita una breve oración después de terminar la década.
Ántes de recitar cada "Padre Nuestro" se debe recordar un episodio de la vida de Jesucristo, que llamamos "Misterio" En otras palabras. La secuencia de cada una de las cinco décadas, comenzando con el primer misterio del día, está en el siguiente orden:

Anuncio del misterio - Padre Nuestro- 10 Ave María - Gloria al Padre - y la aspiración final (opcional).

Quien ya sabe lo que es el Rosario, por favor, me perdonará si yo resido en una explicación dirigida a aquellos que no son familiares a este ejercicio espiritual.
Los episodios ("misterios"), que se narran en detalle en los cuatro Evangelios sinópticos (San Marcos, San Mateo, San Lucas, San Juan) son diferentes para cada día de la semana y son los siguientes:

Cada década de la corona comienza con el anuncio del misterio para el día, entonces el 'Padre Nuestro ', y diez Ave María; Al final de la década se recita el 'Gloria al Padre'.
Al final de toda la corona se recita la Salve Regina, o la Regina Coeli en el tiempo de Pascua. La recitación del Rosario parece fácil, pero no es así en absoluto.
Requiere mucha humildad y compromiso, y especialmente hay que tener cuidado de no dejar vagar su mente en otro lugar, en cuyo caso la oración es sólo una cosa mecánica.
El Rosario, cuando se dice con fe, atención e intención, es arma poderosa contra el mal, y la necesitamos para elevar nuestras oraciones al cielo y para propiciar muchas gracias.
Pero el Santo Rosario es a la vez oración vocal y meditación misma. Hay papeles que encontramos en la Parroquia, que sugieren cómo hacer y qué decir para recitar bien el Santo Rosario

MEDITACIÓN CON LA AYUDA DEL SANTO ROSARIO

Me pareció siempre muy útil comenzar una meditación con la ayuda del Santo Rosario. Después de pensar intensamente en el misterio para meditar, abrí un Evangelio y leí en silencio el pasaje. Después de recitar mentalmente el Padre Nuestro y los diez Avemarías y concluir con Gloria, comencé la meditación.
Esto debería tener lugar antes de un tabernáculo en una iglesia; Pero si no puedes encontrar una iglesia, es bueno como cualquier lugar tranquilo y relajante, puesto que no ofrezca ninguna oportunidad para la distracción.

Lo más importante es conectarse mentalmente en la escena como uno de los participantes y luego vaciar la mente de otras cosas. Al situarse en esta situación como uno de los muchos personajes que rodearon y asistieron a Jesús, a menudo es posible que se le recuerden a usted muchas cosas que decirle a Dios, que siempre está dispuesto a escuchar.

Pero si no lo logramos, entonces preguntémosle a Dios lo que él quiere de nosotros y preguntémonos a nosotros mismos. Lo importante es no darse por vencido en el primer set, cuando no escuchamos nada, y pensamos que estamos haciendo algo inútil, perdiendo el tiempo.
Luego pide al Señor que nos dé el don de la fe y perseveremos.

Mi propia experiencia personal y la de muchos otros nos dice que si somos fieles, las respuestas no fallarán.

Lino Bertuzzi