LA LECTURA ESPIRITUAL

Atados fuertemente en nuestras cosas, inevitablemente inmersos en el actual clima edonista y ateísta de nuestra sociedad, si no somos muy cuidadosos y vigilantes, podríamos fácilmente perder el camino correcto y olvidar que también nosotros -los laicos- debemos "santificar" siendo todavía plenamente en el mundo.
No tenemos que hacer esto a través de algún tipo de heroísmo del que nunca podríamos encontrar la ocasión, sino como vivimos nuestras vidas todos los días. Uno de los medios muy útiles para lograr y mantener el estado hacia el cual una persona espiritualmente viva debe buscar, cada día que lo empuja a la lucha siguiendo las enseñanzas de Jesucristo, es precisamente la LECTURA ESPIRITUAL.
Esforzémonos entonces por encontrar unos minutos para dedicar y reflexionar rápidamente sobre un pasaje del Evangelio, tomado al azar, o tal vez sobre lo que dice el sacerdote durante la misa diaria.
Además de dedicar nos a agradables literatura u otra - nadie nos pide ser fanáticos y leer sólo de religión o espiritualidad - leemos cada día un pasaje de algún libro espiritual, tal que nos inspirará a mantener una visión que no está limitada a los materiales de hoy ya las ocupaciones de hoy.